EL DÍA DEL LIBRO
Hoy, 23 de abril, es el día internacional del libro. Vamos que si uno no vive en Castilla y León o en Aragón, es el día ideal para comprar un libro. En esas dos comunidades no se puede porque es fiesta. Aunque supongo que en casi todos los pueblos y ciudades habrá puestos callejeros donde comprarse algún librito o alguna pequeña feria del libro donde adquirir, por un módico precio, uno de esos clásico que siempre hemos querido leer pero nunca hemos tenido tiempo de comprar.
Yo, a falta de librerías abiertas, aprovecharé la red para comprarme alguno. Para que luego digan que internet va a acabar con la literatura. Con lo fácil que resulta meterse en una librería virtual y comprarse, como ya he dicho antes, algún clásico. A mí personalmente me resulta más cómodo hacerlo por internet que en una librería de las de toda la vida. Entre otras razones porque las librerías del pueblo donde vivo son tan pequeñas que si tuvieran que tener todos los clásicos de la literatura, no tendrían espacio para nada más. Así que en cuanto empiece la tarifa plana me voy a gastar parte de mis ahorros en libros. Sé que tardaré algunos días en poder leerlos, pero eso le da más emoción. Y así tendré tiempo de acabar los que saqué el otro día de la biblioteca.
Quizá haya entre vosotros alguien a quien las lecturas obligatorias del colegio apartaron de la literatura para siempre. Yo debo dar las gracias a mis hermanos mayores porque si no hubiera sido por la curiosidad que me producían sus conversaciones sobre Los Cinco, quizá nunca me hubiera animado a leer. Pero lo hice. No me gustó El Quijote, ni El Lazarillo, pero me encanta El conde de Montecristo o Hamlet, por no hablar de El club Dumas o Matar a un ruiseñor. Incluso, ¿por qué no?, algunos libros de John Grisham o Ken Follet o Frederik Forsyth. El caso es leer y mientras uno no se lea Mi lucha o algo semejante, de todos los demás siempre es posible aprender. Y entretenerse. Porque a diferencia de la tele, los libros entretienen. Y mucho.
Así que aprovechando que hoy es 23 de abril y que se celebra el día del libro os animo a leer, que es muy sano y muy práctico. Y si ya os gusta, pues enhorabuena y a disfrutar de la lectura.
Yo, a falta de librerías abiertas, aprovecharé la red para comprarme alguno. Para que luego digan que internet va a acabar con la literatura. Con lo fácil que resulta meterse en una librería virtual y comprarse, como ya he dicho antes, algún clásico. A mí personalmente me resulta más cómodo hacerlo por internet que en una librería de las de toda la vida. Entre otras razones porque las librerías del pueblo donde vivo son tan pequeñas que si tuvieran que tener todos los clásicos de la literatura, no tendrían espacio para nada más. Así que en cuanto empiece la tarifa plana me voy a gastar parte de mis ahorros en libros. Sé que tardaré algunos días en poder leerlos, pero eso le da más emoción. Y así tendré tiempo de acabar los que saqué el otro día de la biblioteca.
Quizá haya entre vosotros alguien a quien las lecturas obligatorias del colegio apartaron de la literatura para siempre. Yo debo dar las gracias a mis hermanos mayores porque si no hubiera sido por la curiosidad que me producían sus conversaciones sobre Los Cinco, quizá nunca me hubiera animado a leer. Pero lo hice. No me gustó El Quijote, ni El Lazarillo, pero me encanta El conde de Montecristo o Hamlet, por no hablar de El club Dumas o Matar a un ruiseñor. Incluso, ¿por qué no?, algunos libros de John Grisham o Ken Follet o Frederik Forsyth. El caso es leer y mientras uno no se lea Mi lucha o algo semejante, de todos los demás siempre es posible aprender. Y entretenerse. Porque a diferencia de la tele, los libros entretienen. Y mucho.
Así que aprovechando que hoy es 23 de abril y que se celebra el día del libro os animo a leer, que es muy sano y muy práctico. Y si ya os gusta, pues enhorabuena y a disfrutar de la lectura.
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