UN PASO DE TALANTE
Ayer por fin se acabó con una injusticia en este país. A falta de su paso por el Senado, el Congreso de los Diputados aprobó la ley que permitirá, a partir del verano, las bodas entre personas del mismo sexo.
Por supuesto no es una ley que cuente con la aprobación de toda la sociedad. Por desgracia en este mundo sigue habiendo personas e instituciones que consideran que el amor entre dos personas del mismo sexo es una aberración y no algo natural. En estos últimos meses hemos oído voces que hablaban en plan apocalíptico del final de la familia y de ataque a la sociedad. Reconozco que no lo entiendo. No me entra en la cabeza que tiene que ver que dos personas del mismo sexo se casen con el resto de la sociedad y de las familias que la forman. A ver si me explico, para mi una pareja de gays o de lesbianas o de heterosexuales forman una familia. Y no veo la razón por la cual unos puedan hacer la declaración de la renta de forma conjunta y otros no. Igual que tampoco entiendo por qué unos tienen derecho a pensión de viudedad y otro no. ¿Cuál es exactamente la diferencia entre uno y otro? Si alguien es capaz de explicármelo que lo haga, le escucharé encantada.
Mientras tanto, me seguiré alegrando de que en este país hayamos acabado con una injusticia de siglos basada en el absurdo y en unas creencias que no todos compartimos. Como decía el otro día Luis Merlo: a mismas obligaciones, mismos derechos. Y quien no esté de acuerdo lo tiene fácil, muy fácil. Le basta con no enamorarse de una persona del mismo sexo y no querer casarse con ella. El resto podrá por fin encontrar acomodo legal para una situación que esperemos que pronto encuentre mayor apoyo social, que ya está bien de ser tan reaccionarios. Ya es hora de empezar a recordar a mucha gente que Europa ya existía antes del nacimiento de Cristo y que para entonces ya había una concepción de familia que también forma parte de nuestra cultura y de nuestra memoria histórica. Europa y sus tradiciones no empiezan con el nacimiento de un niño en un portal, tal y como muchos se empeñan en hacernos creer, la democracia en muy anterior a Cristo y la homosexualidad no se inventó en el siglo XX. Así pues, bienvenido sea este paso adelante hacía la consecución de nuevos derechos y hacia la igualdad de todos los miembros de esta sociedad.
Por supuesto no es una ley que cuente con la aprobación de toda la sociedad. Por desgracia en este mundo sigue habiendo personas e instituciones que consideran que el amor entre dos personas del mismo sexo es una aberración y no algo natural. En estos últimos meses hemos oído voces que hablaban en plan apocalíptico del final de la familia y de ataque a la sociedad. Reconozco que no lo entiendo. No me entra en la cabeza que tiene que ver que dos personas del mismo sexo se casen con el resto de la sociedad y de las familias que la forman. A ver si me explico, para mi una pareja de gays o de lesbianas o de heterosexuales forman una familia. Y no veo la razón por la cual unos puedan hacer la declaración de la renta de forma conjunta y otros no. Igual que tampoco entiendo por qué unos tienen derecho a pensión de viudedad y otro no. ¿Cuál es exactamente la diferencia entre uno y otro? Si alguien es capaz de explicármelo que lo haga, le escucharé encantada.
Mientras tanto, me seguiré alegrando de que en este país hayamos acabado con una injusticia de siglos basada en el absurdo y en unas creencias que no todos compartimos. Como decía el otro día Luis Merlo: a mismas obligaciones, mismos derechos. Y quien no esté de acuerdo lo tiene fácil, muy fácil. Le basta con no enamorarse de una persona del mismo sexo y no querer casarse con ella. El resto podrá por fin encontrar acomodo legal para una situación que esperemos que pronto encuentre mayor apoyo social, que ya está bien de ser tan reaccionarios. Ya es hora de empezar a recordar a mucha gente que Europa ya existía antes del nacimiento de Cristo y que para entonces ya había una concepción de familia que también forma parte de nuestra cultura y de nuestra memoria histórica. Europa y sus tradiciones no empiezan con el nacimiento de un niño en un portal, tal y como muchos se empeñan en hacernos creer, la democracia en muy anterior a Cristo y la homosexualidad no se inventó en el siglo XX. Así pues, bienvenido sea este paso adelante hacía la consecución de nuevos derechos y hacia la igualdad de todos los miembros de esta sociedad.
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marta -
ildara -