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El Caldero de la Bruja

MONARQUÍA, REPÚBLICA O ALGO

Tras el anuncio del embarazo de Doña Letizia en España se ha vuelto a desatar el debate entre monarquía o república. La verdad es que nunca he entendido ese debate. Al menos no en este país. Es curioso, pero tal y como está la situación me recuerda a aquella fábula de los galgos y los podencos. O a discutir sobre el sexo de los ángeles.
Hay que reconocer que es un poco triste discutir la forma de gobierno de un país que cada día se parece más a una entelequia.
Hace poco más de un año José Luis Rodríguez Zapatero tomaba posesión de la presidencia del Gobierno en un clima de tristeza y desesperanza. Semanas antes se había producido el atentado más terrible de la historia de España causando 191 muertos e interrumpiendo de golpe la campaña electoral. Hasta ese terrible 11 de marzo habían sido muchos los candidatos que nos habían pedido el voto. Como cada cuatro años, el poder se ponía en juego y los ciudadanos teníamos el mando. ¿Y para qué? Para que esos que nos pidieron el voto con tantas ganas pasen olímpicamente de sus obligaciones en el debate más importante del año. ¿Para eso querían el voto? ¿Para poder exhibir su condición de diputados sin pisar por el Congreso? ¿Para eso ha habido tanto muertos y tantas lágrimas?
Eso por no hablar de lo paradójico que resulta que el partido en el Gobierno se someta a los dictados de otros grupos cuya máxima aspiración es tener un DNI en el que no figure la palabra España. Mientras los dos partidos mayoritarios en el Congreso se dedican discutir y a montar broncas, aquellos que reniegan de su condición de españoles se frotan las manos y se prestan a pillar cacho en forma de mayores prerrogativas económicas, que la independencia sin dinero no es tan agradable.
Claro, que poco se puede esperar de un país en el que todos los partidos políticos y medios de comunicación se dedican a hacer publicidad gratis de una banda de asesinos y de los “partidos” que lo apoyan. ¿Por qué nadie le dice al PP que ellos solitos le han hecho la campaña a esos a los que tan empeñados están en ilegalizar? Bueno, quizá han contado con la ayuda de todos los medios de comunicación que se han hecho eco hasta de las veces que sus componentes han ido al servicio en la última campaña.
Vamos, que no entiendo para qué ponerse a decidir entre monarquía o república si a este paso no va a quedar nada que gobernar, con corona o sin ella.
¿Y esta es la España ejemplar que tantas veces nos han vendido, la que pasó de dictadura a democracia gracias al entendimiento entre partidos, la que legalizó la PCE sin que se produjera ningún cataclismo? ¡Ala ya!

2 comentarios

Marta -

Sí, supongo que ese es el estado al que aspiramos todos. Al fin y al cabo el hecho de que podamos votar de vez en cuando no nos convierte en una democracia, simplemente hemos cambiado a Franco por los partidos políticos y no siempre son representantes del pueblo. Al fin y al cabo, la gente vota a los diputados y son estos los que se someten a la dictadura de partido, aunque vaya en contra de los intereses de la provincia a la que representan.
Por otro lado, todos conocemos republicas bananeras y monarquías absolutas, lo cual no las convierte a ninguna de ellas en la solución como forma de gobierno.

worm -

La discusión sobre si la monarquia debe ser o no parte del estado es una herramienta que le viene de fábula al gobierno. No solo desvían el foco de atención mediático sino que, además, calman a las masas proporcionandoles un argumento pseudo-revolucionario que, al fin y al cabo, es totalmente intrascendental.

No hay que olvidar que los países considerados más liberales (suecia, holanda, noruega) son países monárquicos. Con esto quiero decir que una monarquía no es incompatible con una política de libertades sociales, como se intenta hacer entender desde ciertos ámbitos anti-monárquicos.

Por supuesto no creo en el estado monárquico, solo es que el estado en el que yo creo va más allá de una república.