DEMOCRACIA Y EXPLICACIONES
Cuando iba al colegio me explicaron en clase de historia que la democracia, como sistema político, era el gobierno del pueblo. Que la palabra en cuestión venía de demos, que significaba pueblo y de cracia, que significaba gobierno. Al menos es como yo lo recuerdo.
Sin embargo, hay políticos que consideran que una democracia consiste en dejar que los ciudadanos voten cada cuatro o cinco años para luego olvidarse de ellos hasta la próxima campaña electoral en la que intentarán convencerlos mediante promesas de que les paguen el sueldo durante cuatro años más.
Y ese parece ser el caso del actual Presidente del Gobierno español, también conocido como señor Aznar (o Ansar, si ve uno los guiñoles de Canal +). El caso es que este señor con bigote, que para nuestra alegría dejará el Gobierno en unas semanas, se debe de creer que no tiene ninguna responsabilidad para con los españolitos. Quizá por eso ha decidido que no nos merecemos ninguna explicación tras la invasión de Irak y las últimas informaciones que desmienten la existencia de armas de destrucción masiva en dicho país.
No creo que los españoles se hayan creído en ningún momento las patrañas contadas por el trío de las Azores sobre el armamento que supuestamente poseía Sadam Hussein, y ésa es una razón más para que explique por qué motivo apoyó la invasión de una país, que, seamos sinceros, tampoco le había hecho nada a nadie. Soy consciente de cual es la catadura moral de Hussein (parecida a la del famoso trío), pero su derrocamiento correspondía únicamente a los ciudadanos irakíes, no a otros países. (Para los que duden de la capacidad de un pueblo para derrocar a sus dictadores, que se repasen la historia, porque ni hubiera sido el primero ni sería el último en hacerlo).
El señor Aznar debería tomar ejemplo de sus dos amigos y recordar que, como Presidente que sigue siendo, debe una explicación a los ciudadanos españoles. Primero, porque no estábamos de acuerdo con la invasión y segundo porque se está demostrando que las razones en las que se basaron para llevarla a cabo son falsas. Sólo hubo una razón para invadir Irak y se llama petróleo. Y hasta donde yo sé, no tiene la capacidad para devolver la vida a los muertos. Aunque parece ser que si la tiene para proporcionar retiros dorados a presidentes de gobierno irresponsables y con comportamientos dictatoriales.
Menos mal que existen las hemerotecas y los archivos videográficos para que los ciudadanos del futuro sepan quienes fueron los componentes del trío de las Azores. Y menos mal que existe el Tribunal Penal Internacional. Trabajo no le va a faltar.
Sin embargo, hay políticos que consideran que una democracia consiste en dejar que los ciudadanos voten cada cuatro o cinco años para luego olvidarse de ellos hasta la próxima campaña electoral en la que intentarán convencerlos mediante promesas de que les paguen el sueldo durante cuatro años más.
Y ese parece ser el caso del actual Presidente del Gobierno español, también conocido como señor Aznar (o Ansar, si ve uno los guiñoles de Canal +). El caso es que este señor con bigote, que para nuestra alegría dejará el Gobierno en unas semanas, se debe de creer que no tiene ninguna responsabilidad para con los españolitos. Quizá por eso ha decidido que no nos merecemos ninguna explicación tras la invasión de Irak y las últimas informaciones que desmienten la existencia de armas de destrucción masiva en dicho país.
No creo que los españoles se hayan creído en ningún momento las patrañas contadas por el trío de las Azores sobre el armamento que supuestamente poseía Sadam Hussein, y ésa es una razón más para que explique por qué motivo apoyó la invasión de una país, que, seamos sinceros, tampoco le había hecho nada a nadie. Soy consciente de cual es la catadura moral de Hussein (parecida a la del famoso trío), pero su derrocamiento correspondía únicamente a los ciudadanos irakíes, no a otros países. (Para los que duden de la capacidad de un pueblo para derrocar a sus dictadores, que se repasen la historia, porque ni hubiera sido el primero ni sería el último en hacerlo).
El señor Aznar debería tomar ejemplo de sus dos amigos y recordar que, como Presidente que sigue siendo, debe una explicación a los ciudadanos españoles. Primero, porque no estábamos de acuerdo con la invasión y segundo porque se está demostrando que las razones en las que se basaron para llevarla a cabo son falsas. Sólo hubo una razón para invadir Irak y se llama petróleo. Y hasta donde yo sé, no tiene la capacidad para devolver la vida a los muertos. Aunque parece ser que si la tiene para proporcionar retiros dorados a presidentes de gobierno irresponsables y con comportamientos dictatoriales.
Menos mal que existen las hemerotecas y los archivos videográficos para que los ciudadanos del futuro sepan quienes fueron los componentes del trío de las Azores. Y menos mal que existe el Tribunal Penal Internacional. Trabajo no le va a faltar.
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