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El Caldero de la Bruja

CLONES

Hace unos años escribí un artículo en el que me congratulaba de la celeridad con la que algunos países europeos habían decidido prohibir la clonación con fines reproductivos. No es que crea, como algunos, que la clonación pueda suponer la llegada de un nuevo George Bush. Soy consciente de que para obtener un clon humano (algo que todavía no se sabe si es posible), se necesita tanto tiempo como para obtener un humano no clonado, a saber, nueve meses de gestación en el útero materno y todos los que hagan falta para que alcance una determinada edad. Y quien dice un George Bush, dice un ejército de trabajadores esclavos. Para obtenerlo se necesitaría exactamente la misma cantidad de mujeres que los llevarían en su seno los nueve meses que requiere la gestación de una ser humano, además, claro está de los años necesarios para que esos bebes se convirtieran en hombres. Un poco inviable ¿no? Más aun si tenemos en cuenta que un óvulo fecundado inseminado artificialmente en una mujer no siempre da como resultado un embarazo. Me parece simplemente una estupidez intentar clonar a alguien, especialmente porque aun no se sabe a ciencia cierta si en el comportamiento de una persona tiene más peso la genética que los factores ambientales. Una persona, aunque tenga seis hermanos gemelos idénticos, siempre será distinta.
Así que no entiendo el barullo que se ha montado porque en Seúl han conseguido clonar embriones humanos con fines terapéuticos. De lo que se trata es de hacer algo parecido a lo que han hecho en Asturias, creando piel a partir de células de personas con graves quemaduras con la finalidad de injertarla en esos mismos pacientes.
La posibilidad de usar células embrionarias creadas artificialmente con información genética de una persona para crear órganos susceptibles de ser transplantados sin temor a un posible rechazo es algo que la ciencia no puede ignorar basándose en creencias o teorías de ciencia ficción. Se trata de mejorar la calidad de vida de muchas personas, más aun si esas investigaciones se pueden aplicar a enfermedades como el parkinson, la diabetes o el Alzheimer. Lo que no es razonable es que ciertos sectores de la sociedad se nieguen a cualquier avance médico y al mismo tiempo pretendan que alguien con una enfermedad mortal incurable y que va poco a poco minando la razón y el cuerpo de esa persona tenga que pasar por todo el proceso que ello conlleva. Yo personalmente tengo muy claro que preferiría la eutanasia. Eso no es vida. ¿Por qué negarles entonces la posibilidad de una curación si es viable? Es cierto que todavía es una línea de investigación que está muy poco desarrollada, pero impedir que se lleve a cabo porque sí es una forma muy tonta de frenar avances significativos en la Medicina, avances que pueden beneficiar a toda la humanidad.

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