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El Caldero de la Bruja

TERRORISMOS

Lo reconozco, no voy a ser de las que lloren por la muerte del líder espiritual de Hamas, Ahmed Yasin, impulsor de los asesinatos con terroristas suicidas. Es cierto que no estoy de acuerdo con el método empleado (que me parece repulsivo), pero puede que sí con el resultado.
Soy de las que consideran que durante los últimos 50 años, incluso más, a Israel se le han permitido demasiadas cosas. Tal vez fruto de la culpabilidad mundial por el genocidio cometido por el nazismo, tal vez fruto de otras causas. Pero son demasiados años sin que nadie y, especialmente los Estados Unidos, hayan movido un dedo para evitar que Israel esté cometiendo contra los palestinos el mismo pecado que se cometió contra los judíos.
Sin embargo, no puedo sentir la muerte de alguien que justifica los atentados suicidas. Considerar que un joven forrado de explosivos que se inmola en un restaurante o en un autobús llevándose por delante la vida de decenas de personas no es un terrorista es más de lo que puedo soportar. Claro está que tampoco sentiría que a Sharon le diera un infarto o se estrellara con el coche y privara al mundo de su presencia en él. En el fondo, Yasin y Sharon no son más que las dos caras de la misma moneda.
Y eso es lo trágico, dos basuras infrahumanas capaces de convencer a otras personas de que maten y mueran en su nombre y en el de un patriotismo mal entendido. No sé que pretenden los de uno y otro lado de este terrible conflicto, salvo quizá el exterminio de sus dos pueblos. Matar sólo sirve para engendrar odio y del odio nunca sale nada bueno.
Claro, que puestos a entender, tampoco entiendo por qué la comunidad internacional sigue sin hacer nada. Soy consciente de que por ahora los israelíes se han pasado por el forro, con la ayuda inestimable de los Estados Unidos, todas las resoluciones de la ONU destinadas a resolver este conflicto. Pero ya va siendo hora de que el mundo empieza a plantarle cara al “amigo americano” y a actuar sin tener que esperar siempre su consentimiento.
Si seguimos consintiendo los atentados suicidas por un lado y los crímenes de estado por otro, tarde o temprano este conflicto nos estallará a todos en los morros. Y entonces ya no habrá tiempo para recriminaciones. Sólo para lamentarnos de no haber mandado a tiempo a los líderes de uno y otro lado al banquillo de los acusados por crímenes contra la Humanidad. Y a los embajadores estadounidenses ante la ONU con ellos, por apoyar los crímenes de estado israelíes, en lugar de las resoluciones que buscaban la solución del conflicto.

4 comentarios

marta -

Conciso y certero. Tienes toda la razón del mundo. Pero creo que debemos confiar en que, tarde o temprano, todos los imperios caen.

Quique -

Es un ejemplo más de que el mundo se divide en dos: los que tienen pasta y los que no. Los judíos mueven demasiados cotarros, especialmente en USA como para que venga alguien y les pregunta parecidos y diferencias entre lo que están haciendo y lo que alguien les hizo en cierto país de Europa...

marta -

Gracias, lo mismo digo. A ver si algún gran editor empieza a pasear sus ojos por nuestros respectivos blogs y...
En cualquier caso, siempre nos queda la posibilidad de crear uno a medias.

ildara -

Es un placer leerte, espero abril la página de algún gran periódico dentro de poco y ver tu nombre al final de una columna como esta.