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El Caldero de la Bruja

YA LO ENTIENDO

Me ha costado, pero al fin he entendido todo el asunto de la manifestación de hoy en defensa de la familia. En realidad es un anuncio de Pepsi Light. Para los que no conozcan el anuncio: una chica pide una Pepsi Light y tras probarla, descubre que está muy buena, así que se pone a hablar, así en plan Vito Corleone: “Te he pedido una Pepsi Light y tú me has puesto otra cosa. Sirviéndome algo distinto a lo que he pedido me estás ofendiendo a mí y a mi familia...”. Lo ideal hubiera sido contratar a Marlón Brando, pero como se murió, pues nada, a la Iglesia católica española. Total, tampoco hay mucha diferencia.
¿Absurdo? Casi tanto como las excusas que se han dado para celebrar la manifestación de hoy.
Al fin y al cabo, no veo yo en que pueda afectar a mi familia, que es la más cercana que tengo, el hecho de tener un matrimonio gay viviendo enfrente de mi casa. Es que por más que le doy vueltas, no lo entiendo. ¿Qué los homosexuales no pueden tener hijos entre sí? ¡Joder y los curas tampoco! Ni las monjas, o los obispos, o los cardenales o los frailes.
¿Qué el ejemplo de unos padres homosexuales puede ser malo para unos niños? Supongo que no tanto como tener un padre maltratador, de esos que tanto ha defendido la iglesia católica durante toda su historia. Eso suponiendo que haya algo de malo en el hecho de que dos personas se quieran y decidan vivir juntas.
Tengo la sensación de que todas esas personas que defienden a la familia tan encarnizadamente se han olvidado de que la familia es el mayor nido de problemas de nuestra sociedad. Maltratos, abusos, conflictos, desavenencias...La lista es larga. Y, por favor, que no me vengan con que la culpa es del divorcio, porque es mentira.
A ver quien es el guapo que conoce una familia en la que no haya hermanos peleados, hijas que no se hablan con sus padres, madres que no se tratan con sus suegras, cuñados que no se pueden ni ver.
Vamos hombre, que dentro de seis meses no habrá revista femenina que junto al catálogo de regalos para estas navidades no traiga un especial sobre como pasar las navidades sin discusiones y con buen rollito delante del pavo y el turrón. Eso por no hablar de todas las personas que están planeando las vacaciones mientras rezan para que cualquier imprevisto les impida reunirse en el pueblo con la familia o que el marido tenga que trabajar o que el campamento de los niños se alargue aunque sólo sea una semana.
Si la iglesia católica está tan preocupada por la familia, ¿por qué no se manifiesta pidiendo mejoras salariales para hombres y mujeres, igualdad de sueldos, conciliación de la vida familiar y laboral, leyes más duras contra los malos tratos, más comedores en los colegios, mejoras en el sistema educativo (y no precisamente aumentando las clases de religión), fin del tráfico de armas...? Pero no, lo único que les preocupa es meterse en la intimidad de la gente y controlarlos en algo tan personal como su sexualidad. Aunque para ello tengan que manipular.
Es vergonzoso que en este país todavía haya gente que se crea que la igualdad de derechos puede conculcar los derecho de otras personas.

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