Blogia

El Caldero de la Bruja

YO NO VOTO

He decidido que no voy a votar, que no me da la gana cumplir con mis deberes de ciudadana. Hasta hace un par de días estaba decidida a leerme mi ejemplar de la Constitución Europea, ése que me regalaron con el periódico el domingo pasado, y a ejercer mi derecho al voto en función de lo que pusiera el librito de marras. A ser una buena ciudadana, vamos.
Pero el otro día vi a Bush pidiendo a los irakíes que fueran a votar y me cabreé. Ya sé que Bush no tiene nada que ver con la Unión Europea, más bien al contrario, pero es un político. El caso es que allí estaba el tipo diciendo a los irakíes que no deben tener miedo, que deben ir a votar a pesar de la que está cayendo. Y una se acuerda de que hace apenas una semana ese señor estaba tomando posesión de su cargo rodeado de policías y militares en una ciudad tomada por las fuerzas de seguridad. Por no hablar de la limusina blindada o de esa especie de urna para que al pobre no le sucediera nada, a ver si alguien le regalaba una galleta...Y todo, por si acaso.
Pero la violencia en Irak es real, no supuesta. Allí no hay día sin atentados, secuestros, asesinatos, amenazas...En Irak la gente teme por su vida porque, al contrario que antes, esta vez no saben por dónde les va a venir el golpe. Y el tipo que les ha metido en esta situación les pide que, con su voto, le saquen a él de sus problemas. Porque cuantos más irakíes voten más seguro estará Bush de que ha hecho las cosas bien y de que la invasión de Irak ha sido una decisión necesaria, cuando todos sabemos que no ha sido así. Y por supuesto, cuantos más votantes haya, más posibilidades tiene de que el Congreso le dé los 80.000 millones de dólares que ha pedido para seguir guerreando por ahí.
Cierto que esto no es Irak, que tenemos una democracia desde hace casi 30 años y que no estamos en guerra. Sin embargo, siento que mi voto también va a ser utilizado con fines partidistas, que alguien cogerá los resultados electorales y le soltará al enemigo un “te lo dije” o algo peor. Y estoy harta, estoy hasta las narices de que los ciudadanos de este país sólo seamos objeto de atención cuando se persiga nuestro voto o nuestros impuestos.
Llevamos una semana oyendo las discusiones de patio de colegio de nuestros políticos, sus “y tú más” como si lo único importante fueran ellos cuando a lo que tienen que prestar atención es a los ciudadanos que ya no saben a quien encomendarse. Mientras las víctimas del terrorismo se consideran olvidadas de todos, el resto nos preguntamos si llegaremos a final de año viviendo en España o en un estado federal de países asociados y teniendo que enseñar el pasaporte para veranear en la casa de los abuelos. Y mientras, los políticos a lo suyo: “que no te ajunto”, “que me voy a chivar”, “que no has hecho los deberes”, “y que tú más”. Pero eso sí, pidiéndonos el voto porque luego tienen que quedar bien delante de sus amigos europeos: “Mirad que obedientes los ciudadanos españoles, que bien votan y cómo nos hacen el juego”. No sé el resto de los ciudadanos, pero yo es así como me siento, como los “negros” de la literatura, esos que escriben el libro para ver como otro se lleva el mérito. Y no me da la gana, no mientras los políticos españoles sigan sin ver más allá de sus narices, preocupándose sólo de la rentabilidad electoral de sus reacciones, de sus actos, de sus palabras o de su corbata. Conmigo que no cuenten para los votos igual que no cuentan para las cosas que de verdad nos preocupan a los demás. Yo también tengo mejores cosas en las que perder el tiempo. Por ejemplo, leyendo el último libro de Saramago.

UN ESPECTÁCULO BOCHORNOSO

Me refiero, por supuesto, a los hechos ocurridos el sábado en la manifestación de las víctimas del terrorismo. Parece mentira que haya gente tan falta de sentido común y de conciencia que aproveche un acto como ése para montar una trifulca. Sin embargo, hay algo mucho más lamentable, y son las razones de la manifestación.
Hace unas semanas, media España se conmovía ante las palabras que Pilar Manjón pronunció ante la comisión que investiga (por llamarlo de alguna manera) los resultados electorales del 14 de marzo. Pretender que investiga otra cosa es suponer demasiado, pero ésa no es la cuestión. La cuestión es que después de Pilar Manjón compareció José Antonio Alcaraz y también dijo verdades como puños. Sólo que a él nadie le hizo caso.
El presidente de la AVT, la que agrupa en su mayoría a víctimas del terrorismo nacionalista vasco, dijo cosas a las que nadie parece conceder importancia, y que sin embargo son una clara muestra del diferente rasero con el que la sociedad y los partidos políticos están tratando a unas víctimas y a otras.
Para empezar, el hecho de que las muertes de unos se engloben dentro de un conflicto político que no es tal mientras que otras se consideran fruto de un asesinato indiscriminado. ¿Qué pasaría si de buenas a primeras un grupo de musulmanes crea un partido que abogue por la devolución de Al-Andalus a los árabes y se inscribiera el atentado del 11 de marzo en el contexto de dicho conflicto territorial? La gente pensaría que nos hemos vuelto locos. Y sin embargo nadie considera una locura que se peguen tiros en la nuca o se pongan coches bomba para exigir la independencia de Euskadi.
Eso por no hablar de que en cualquier país civilizado no se consentirían los homenajes a los asesinos que se consienten en el País Vasco o los viajes que el Gobierno nacionalista paga a los familiares de los terroristas para que visiten a éstos en el cárcel. No alcanzo a imaginar el pifostio que se montaría si a alguna institución pública se le ocurriera pagar el viaje de algún familiar para que visite a los encausados por los atentados del once de marzo. No hablemos ya de homenajes o manifestaciones para abogar por su liberación en calidad de presos políticos.
Hasta donde yo sé, si son condenados lo serán por asesinato. Igual que los etarras. ¿Por qué, entonces, a las víctimas se las trata de diferente manera? ¿Por qué considerar que los familiares de las más de ochocientas víctimas mortales del terrorismo etarra no merecen el mismo trato que las del once de marzo? ¿Acaso no son igual de víctimas? ¿Acaso no han perdido también a sus seres queridos de una forma cruel a manos de unos asesinos inhumanos?
Eso es lo primero que tendrían que mirar nuestros políticos, buscar las razones de un trato diferente a personas que han sufrido el mismo mal e igualar ese trato tanto en lo que respecta a las víctimas como en lo que respecta al castigo de sus verdugos. Y por supuesto, dejar al margen todo partidismo y todo intento de sacar rentabilidad política a los asesinatos porque con esa actitud sólo consiguen igualarse moralmente con los asesinos y despreciar a las víctimas.

CUATRO AÑOS PASAN ENSEGUIDA

Ya sé que es un poco tarde para comentar la victoria de Bush, pero he estado muy liada y no he tenido tiempo. Además, confiaba en que apareciera un superhéroe en forma de observador internacional y dijera que las elecciones estadounidense han sido un pucherazo. Cierto es que algunos profesores de una universidad de no sé muy bien donde han dicho que en realidad las máquinas de voto estaban manipuladas para conseguir la victoria de Bush y que por eso no daban pruebas en papel del voto emitido. Algo que si sucedió en el referéndum para legitimar a Chávez. Pero yo no estoy del todo convencida. No tanto de que sus afirmaciones sean ciertas como de que vayan a librarnos de George Bush los próximos cuatro años. Al menos tenemos esa ventaja, sólo serán cuatro años.
Por lo demás, seamos sinceros, ¿alguien creía de verdad en la victoria de Kerry? Y no, no confundamos nuestros deseos con la realidad. Los medios de comunicación se pasaron las últimas semanas de campaña tratando de convencernos por los métodos más extraños de que mantuviéramos la esperanza en la victoria demócrata. Sin embargo, la mentalidad estadounidense es distinta a la nuestra. Allí el 11 de septiembre sirvió para unirse en torno a su presidente, aquí aprovechamos la cita electoral para echar al que creíamos responsable.
Eso por no hablar de las razones que, según los analistas, han contribuido a la reelección de Bush: la vuelta a los valores tradicionales. Ya sabéis: Dios, la patria y el presidente. En lo que a mí respecta ( y supongo que a muchos otros también) esos valores no me servirían ni para tener en consideración al candidato. Pero la historia sirve para aprender y hay que recordar que el único presidente al que estuvieron a punto de echar del cargo fue Clinton y porque tenía relaciones sexuales con una becaria. Y tampoco olvidemos que cuando el reelegido era gobernador de Texas no concedió ningún indulto a los condenados a muerte. Así pues, ¿qué esperamos? Lo único que nos queda en desearle que coma muchas galletas viendo la tele y esperar a que como ha sucedido en otros casos, este imperio se venga abajo. Por lo demás, y viendo a donde ha llegado Condoleeza Rice, debemos tener claro que a mejor no van a ir las cosas. Aunque a peor tampoco es que haya muchas posibilidades.

CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO

Y esta vez de verdad. Cada vez que la sociedad intenta hacer un esfuerzo por adaptarse a los cambios, por reconocer nuevas formas de amor o de pensamiento o de comportamiento, aparecen los poderes eclesiásticos y quienes les jalean, asegurándonos que llegará el Apocalipsis si se aprueba el divorcio, o si se legaliza al PCE o si se ofrece la posibilidad de estudiar ética en lugar de religión.
Y, es curioso, hasta ahora el Apocalipsis sólo ha llegado a Irak, y por cierto, ha sido a causa de un fanático religioso que cree que ha sido Dios y no los chanchullos de su padre los que le han puesto en la Casa Blanca. Pero eso es otra historia.
El caso es que ahora que los gays se pueden casar y que se está abriendo el debate de la financiación de la Iglesia en España, surgen voces que hablan de una nueva inquisición, laica, que pretende hacer con los católicos lo mismo que la Inquisición hizo en otros tiempos con aquellos que no creían en Dios, o con aquellos que se oponían a sus teorías y a su poder. O que las amenazaban con pruebas.
Es sorprendente que haya gente que considere inquisitorial algo tan razonable como que una institución privada se sustente con sus propios fondos. Yo no tengo porqué pagar con mis impuestos las creencias de nadie. Si alguien cree en Dios, estupendo, que financie él a la Iglesia católica, pero no que lo haga el Estado. Sobre todo porque en España no sólo pagan impuestos los católicos, también los musulmanes, los judíos, los evangelistas, hasta los cienciológos. Por no hablar de laicos y ateos. Y a ellos no se les subvenciona.
Hay quien dice que la Iglesia católica hace mucho bien. ¿Y qué? También los becarios científicos hacen mucho bien, yo diría que más, y ahí están, cobrando una miseria y sin poder salir adelante. Eso por no hablar de los maestros y profesores, que deberían estar más protegidos y nadie les hace ni puñetero caso.
Si la Iglesia católica necesita dinero estoy segura de que si rebuscan en el Banco Vaticano encontrarán algo. Y si no, que se lo pidan a esos millones de feligreses que afirman tener. Si son tan buenas personas como ellos mismos se proclaman seguro que tienen algún céntimo para ayudar a los pobres.
Yo de momento voy a seguir sin poner la crucecita de marras en la declaración de la renta, que a mi la religión católica nunca me ha dado nada. Mis valores morales los aprendí en casa y en una escuela laica.
Y si se sienten acosados, que les sirva para acordarse de todas las personas que murieron en la hoguera acusadas de brujas y herejes. Porque, que yo sepa, ahora, a lo más que se está llegando es a la crítica, no al crimen.

ADIÓS A UN SUPERHÉROE

Cuando me lo ha dicho mi madre este mediodía no podía creérmelo. Puede que Christopher Reeve no pase a la historia del cine por ser el mejor actor del mundo, sin embargo, hay toda una generación de personas que no podremos olvidar su interpretación de Superman. Ese héroe del planeta Kriptón que ningún otro actor ha sabido interpretar como él. En lo que a mí respecta, Superman es el superhéroe por antonomasia, el que más poderes tenía, el más bondadoso, el que podía volar...Y Christopher Reeve lo supo interpretar como nadie.
Sin embargo, cuando de verdad se convirtió en un héroe fue después de ese accidente que, a la larga, es lo que le ha costado la vida. Nueve años ha estado luchando contra la parálisis, buscando soluciones a través de la fundación creada por él, exigiendo más fondos para la investigación y la apertura de nuevos caminos que le permitieran volver a caminar. Y si no a él, a los que sufrían su mismo mal. Ahora ya nunca podrá caminar, sin embargo, nadie nos impedirá verle volar de nuevo llevando en sus brazos a Lois Lane.
Pero de momento, yo estoy triste, siento que con la muerte de Christopher Reeve se ha ido también un poco de mi infancia, de mi capacidad para seguir soñando y para creer en los superhéroes. El mundo ha perdido un poco de magia y de ilusión, pero sobre todo, ha perdido la fuerza de un hombre que nos hizo soñar a muchos. Primero, con esos vuelos sobre Metrópoli, y luego con esa confianza ciega en su capacidad para recuperar la movilidad.
¡Qué pena!

LAS CINCO DEL VIERNES, SOBRE EL TEATRO.

1) ¿Te gusta el teatro? ¿Vas a menudo, o todo el teatro que has visto son los matrimonios de Noche de fiesta?
Sí, me gusta pero hace años que no voy porque en mi pueblo no hay teatro.
2) ¿Alguna vez has visto una obra que no te haya gustado nada? ¿Has salido del teatro con la sensación que has tirado el dinero?
No, siempre he disfrutado.
3) ¿Cuál es la primera obra que recuerdas haber visto? ¿Y una de las que te haya gustado más?
Creo que fue una versión de “Don Juan Tenorio” con una escenografía que podríamos denominar “minimalista”. Una de las que más me ha gustado ha sido “Un tranvía llamado deseo”. También me encantó el monólogo de “El Brujo” sobre el “Lazarillo de Tormes”.
4) ¿Has llegado a irte lejos para ver una obra que sabías que no iba a venir a tu ciudad?
No exactamente. Fui con el instituto de excursión a Madrid y una de las actividades programadas era ir al teatro a ver, precisamente, “Un tranvía llamado deseo”. En aquella época vivía en Cantabria.
5) ¿Por qué crees que va poca gente al teatro? ¿Crees que es caro?
En mi caso no es por el precio, ahora no, es por la distancia y los horarios de autobús, totalmente incompatibles con el de las obras.

Y YO SIN ENTERARME

Hay que fastidiarse, se tira una un par de días desconectada de la actualidad y para cuando se quiere dar cuenta descubre que en España llevamos desde el siglo XIII sufriendo atentados terroristas. Yo pensaba que los atentados que nos han dejado más de 800 víctimas mortales en los últimos treinta años los habían cometidos esos tipos que los americanos, siempre tan amigos de los eufemismos, denominan “separatistas vascos”. Y ahora resulta que no, que en realidad habían sido los “moros”, enfadados con la “Reconquista”. Y que además lo llevan haciendo durante siglos.
O eso o los españoles somos unos imbéciles redomados, incapaces de darnos cuenta de la clase de tipos a los que metemos en la Moncloa para que nos gobiernen el país. Porque ya tiene delito lo del discurso del señor Aznar, no sólo utiliza apelativos bastante despectivos para nombrar a los vecinos, sino que además manipula la historia para que se ajuste a sus deseos. Y aquí en España semejante alarde de incultura puede que invite al cachondeo, pero ese señor va a dar clase a los futuros líderes mundiales y muchos de ellos puede que no estén muy al tanto de la historia de España. Si tuviera un poquito de vergüenza, debería presentar su dimisión con efectos retroactivos, eso sí, después de explicar en el Congreso todas esas cosas que nos dejó sin explicar durante sus ocho años de gobierno y que fueron las que le costaron la derrota de su partido. Por mucho que siga sin entenderlo.
No creo que sea tan difícil de comprender para alguien medianamente inteligente que los españoles para el 11 de marzo estábamos ya bastante hartos del despotismo (no precisamente ilustrado) del señor Aznar y sus secuaces. Los atentados sólo fueron la gota que colmó un vaso ya bastante lleno de hipocresía, falta de respeto, soberbia, manipulación informativa y desdén hacía los españoles. En este país, y para nuestra desgracia, ha habido demasiados atentados para que los ciudadanos nos dejemos manipular por ellos. Somos capaces de pensar y de darnos cuenta de que preferimos la ingenuidad de un presidente que habla de paz y de lucha contra el hambre que la de un expresidente que habla de guerras preventivas y de pervertir la democracia para acabar con el terrorismo (o para robar petróleo, que nunca está una segura). Personalmente yo tengo muy clara mi decisión y los exabruptos del señor Aznar no dejan de reafirmarme en ella.
Sólo confío en que el día que declare en la comisión por los atentados del 11 de marzo no insulte a las familias como lo está haciendo últimamente con todos los españoles y que respete un poco su dolor porque da la sensación de que le importan un pimiento, casi tanto como las de los militares del Yak-42 o la de José Couso. Y si le duele la derrota electoral, que hubiera puesto soluciones antes, que era cuando tenía la oportunidad. Ahora lo único que hace es caer en el ridículo y, de paso, ridiculizarnos a todos por haberlo escogido presidente en dos ocasiones.

MÉRITOS E INJUSTICIAS

Debo reconocer que este año he seguido los Juegos Olímpicos con auténtica pasión. Al menos toda la que me dejaba mi trabajo. Creo que nunca había pasado tantos nervios como viendo algunos partidos de nuestras diversas selecciones o animando a Patricia Moreno en la final de suelo. O en ese viaje en coche mientras escuchaba el partido de baloncesto contra Estados Unidos. Claro, que en esa ocasión, además de ponerme nerviosa me agarré un buen cabreo. Hay quien dice que si perdieron es porque se merecieron perder. Supongo que como las chicas de natación sincronizada no ganaron unas medallas que el público consideró que merecían. Y es que yo entiendo que se pueda perder contra un equipo deportivo, es cuestión de méritos. El problema surge cuando el equipo ganador alcanza la victoria con una más que sospechosa ayuda de los árbitros y jueces.
El recuento final dice que España ha conseguido 19 medallas. Y puede que sí, que tenga diecinueve medallas tangibles. Sin embargo, en mi modesta opinión creo que tenemos moralmente alguna más. En el caso del baloncesto es evidente que España ha sido el mejor equipo del torneo. En el caso de la natación sincronizada, el buen gusto y el sentido común dicen que la medalla de bronce tenía sabor español, daliniano, por más señas.
Y es que una de las grandes injusticias de algunos deportes está en la forma de puntuar. No es ético que jueces y deportistas de un mismo país participen en una misma competición. Al fin y al cabo, el dopaje no es la única forma de hacer trampas.
Por lo demás, bueno, yo reto desde aquí a todos los periodistas del país, especialmente a los que en la primera semana ya querían hacer sangre de la falta de medallas, que sean capaces de recordar los nombres de nuestros medallistas. Al fin y al cabo han hecho historia en nuestro deporte, algo que no hacen los futbolistas desde la victoria contra Malta. Y francamente, esa ya nos pilla un poco lejos.
A ver si con un poco de suerte la candidatura de Madrid 2012 consigue que aumenten las instalaciones deportivas de este país. Y no me refiero a los campos de fútbol, sino más bien a piscinas, pistas de atletismo, pabellones deportivos, campos de tiro. Además, claro está, de becas estudiantiles por méritos deportivos. Que una cosa es que se comentan injusticias arbitrales, que las hay, y otra que se exijan medallas a los deportistas de un país en el que practicar cualquier deporte que no sea fútbol es un mérito en si mismo. Sólo por esta razón, todos los deportistas que han estado en Atenas ya se merecen nuestro reconocimiento y nuestra enhorabuena. Lo de conseguir medalla, o diploma, ya es un lujo que no debemos desperdiciar.

BASURA DE CORAZÓN

Hace unos días, haciendo zapping, me encontré por casualidad con uno de esos programas del corazón de los que tanto se habla últimamente. No sé ni que programa era ni en que cadena porque simplemente no los veo. De hecho, para mí hasta hace poco ni siquiera existían y siguen sin hacerlo. El caso es que allí estaban un grupo de personas, ignoro si tienen el título de periodista o no, discutiendo apasionadamente sobre la vida sentimental de Eugenia Martínez de Irujo. Ya sabéis, la mujer que ha encontrado la vacuna contra el sida y además ha tenido tiempo de traerse media docena de medallas de Atenas. No, espera, en realidad es la hija de una señora cuyo único mérito es ser descendiente de un importante militar español. Un personaje imprescindible para los españoles, vamos.
La cuestión es que allí estaban, a grito pelado decidiendo si la tipa esta había roto con su marido o no o si éste a su vez tenía novia y desde cuando. Realmente edificante. Tanto que estuve a punto de coger mi estupendo título de Licenciada en Comunicación Audiovisual y usarlo para encender la chimenea. Menos mal que hacía demasiado calor.
Y es que no entiendo como alguien se puede tirar cuatro años, o cinco, estudiando una carrera para luego dedicar su tiempo a hablar de personas a las que dentro de diez años nadie dedicara una sola línea en los libros de historia. Personas cuyo único mérito en la vida es existir. Bueno, eso y conseguir crear un mercado a su alrededor capaz de mover millones sin que realmente aporten nada a la sociedad. Salvo quizá un poquito más de estupidez.
Debo reconocer que a mí personalmente no me interesa la vida sentimental de ningún famoso, haga o no algo. Vamos, que de cantantes, actores, presentadores o periodistas me interesa su trabajo. Como mucho, me preocupo por si tienen problemas de salud y como afectará esto a su próximo disco, película o programa, dependiendo de cual sea su profesión. Por lo demás, no me interesan en absoluto. Así que no entiendo porqué a la gente le importan personas que no hacen absolutamente nada, como no sea vivir del cuento.
Vergüenza me daría a mí dedicarme a hablar de las vidas de semejantes personajillos. Hay personas que consideran que ejercer la prostitución es vergonzoso, pues a mí me lo parece más desperdiciar los estudios de periodismo en programas del corazón. En el fondo todo esto no es más que una forma más de comerciar con vidas humanas, con más o menos dinero de por medio o con más o menos sexo, pero no se diferencia mucho de ponerse en una esquina a esperar clientes. Al fin y al cabo, las prostitutas comercian con su cuerpo, no con su intimidad o sus sentimientos. Y mucho menos con los de otros.
Si realmente esos programas tienen tanta audiencia como nos quieren hacer creer, lo de este país es realmente de juzgado de guardia. O de psiquiatra.¡Qué lástima!

AQUÍ NO HAY PLAYA

1)¿Te gusta la playa? ¿La soportas? ¿Eres incapaz de pisarla o necesitas pasar ahí al menos quince días para considerar que has estado de vacaciones "de verdad"?
Que si me gusta, desde que vivo en Segovia no hay nada que eche más de menos que la playa, el mar, el olor a sal. Yo la necesito para sentir que estoy viva, aunque sea sin vacaciones.
2) ¿Te bronceas (tanto en la playa como en otro sitio)? ¿Te gusta? ¿Te parece bárbaro? ¿Qué nivel de protección usas... si es que usas?
Nunca he buscado broncearme, pero en verano es algo que ocurre, a menos que una vaya con burka y a mí me gusta ir fresquita. Cuando uso, suelo usar un doce o quince, pero es tan pegajoso y desagradable...
3)¿Qué piensas del top-less? ¿Lo practicas, te gusta que lo practiquen? ¿Te da vergüenza?
No lo practico porque soy bastante pudorosa, pero no tengo nada en contra. Cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que le dé la gana.
4)Cuando vas a la playa, ¿qué haces? ¿Lees, juegas a palas, te dedicas a cotillear a los vecinos, paseas arriba y abajo, te quedas dormido?
Cuando iba a la playa solía nadar, descansar un rato leyendo o jugando a las cartas con los amigos y cuando quedaba la playa medio vacía, jugar a las palas o al voley.
5) ¿Cuál es tu playa favorita (o la que menos te disgusta)?
Cualquiera que esté en el Cantábrico, aunque como me he criado allí, tengo especial cariño a la de Castro. Aunque ahora mismo me vendría bien cualquier playa del planeta porque lo echo mucho de menos.

LA PRIMERA
Por fin se acabó la sequía de medallas del equipo español en los Juegos Olímpicos. Ha sido una mujer, María Quintanal, y encima en uno de esos deportes de los que no se oye hablar más que en casos como éste, lo cual resulta muy triste. Por lo demás, yo sigo empeñada en mi teoría de que cuanto más hablen los periodistas de las posibilidades de un deportista, más difícil es conseguir la medalla. Es como si al hablar de ellos les gafaran. O eso, o alguien metió la pata hasta el fondo al decidir que los uniformes del equipo español en el desfile inaugural fueran rojos y blancos. No hay que olvidar que son los colores del “pupas” del fútbol español. Y eso tiene que marcar.
Claro, que si hablamos de marcas, hay que destacar la de Puerto Rico. Nada menos que ganar al Dream Team. Bueno, ya ex-dream team. Había que ver la cara de dos de los jugadores en el banquillo en los periódicos de hoy. Vamos, eso sí que era para recordar aquella poesía de Bécquer, ya sabéis, “¿qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía eres tú?” Pues eso. Después desemejante derrota hasta se olvida una del error de Elena Gómez. Hay que fastidiarse, cuatro años preparándose para ganar los Juegos, y un simple desequilibrio lo tira todo por la borda. Pero bueno, al final nuestras chicas hicieron un gran papel. Quizá no consigan medalla, pero seguro que no provocan carcajadas generalizadas en todo el planeta. Y es que al final, ningún triunfo es seguro hasta que no se está en lo alto del podio.
De momento, nosotros ya tenemos una medalla y trece días de competición por delante. Seguro que alguna más ya cae. Y si no, tal vez debamos hacer un poquito más de caso a todos nuestros deportista para que no sientan que sólo les apoyamos en situaciones como éstas. Vamos, que ese jugador número trece que solía acompañar a la selección de fútbol en todas las competiciones acompañe también al resto de nuestros deportistas. Porque también ellos se lo merecen.

¡ESA DEMOCRACIA, OE!

Dice Michavila que el partido republicano “da mil vueltas en democracia a muchos de los partidos del mundo”. Supongo que el señor Michavila no se referirá a ese mismo partido republicano que gobierna en los Estados Unidos y que desde los atentados del 11-S ha restringido las libertades civiles de forma brutal. Ese partido republicano cuya victoria electoral es tan sospechosa que la ONU ha decidido enviar inspectores para asegurarse de que la próximas elecciones sean limpias. Ese mismo partido cuyo principal representante, el señor Bush, decidió invadir un país porque quería quedarse con su petróleo y para ello inventó el democrático concepto de la “guerra preventiva”.
Pues si ésa es la noción de democracia del señor Michavila, espero por el bien de todos nosotros que no vuelva a ostentar cargo alguno en ningún gobierno de este país. Más que nada por una cuestión de conceptos. Lo que para él es democrático, para mí es dictatorial, y me parece una discrepancia bastante grave.
Por cierto, ese democrático partido del que él habla, me parece que es el mismo que con la aparente intención de convertir este mundo en un lugar más seguro ha extendido el terrorismo a todo el planeta, ha convertido Irak, y por tanto todo Oriente Medio, en un polvorín (con subsuelo de petróleo, dicho sea de paso), ha fomentado la inseguridad mundial y el descenso de las libertades públicas y ha provocado las subida del petróleo.
Sí, creo que es mejor que Michavila no vuelva al Gobierno.

DEPORTISTAS DESCONOCIDOS

Ya se han inaugurado los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, de hecho ya estamos en el segundo día de competiciones. Y de momento los españoles nos mantenemos al margen del medallero. Esperemos que no por mucho tiempo.
Hasta ahora parece que nos persigue una especie de gafe. Todos los deportes que en estos dos primeros días aspiraban a medalla, se han quedado con las ganas. No sé, es como si cada vez que los periodistas españoles empezaran a hablar de uno de nuestro desconocidos deportistas con aspiraciones a medallas, ¡chas! el deportista se cae, o comete un fallo tonto o un error de los árbitros le da la victoria al contrario. El caso es que en estos dos días parece que todo son desilusiones.
Lo curioso de asunto es que hasta hace apenas unas semanas ninguno de nosotros había oído hablar de la mayoría de los deportistas que desfilaron por el estadio olímpico en la ceremonia de inauguración, que por cierto, fue preciosa. Allí estaban todos saludando, sonriendo, con cámaras y móviles en mano y yo creo que salvo sus familiares el resto de nosotros no sabíamos quienes eran la mayor parte de ellos. Y eso es francamente triste.
La mayoría de ellos llevan años preparándose en los centros de alto rendimiento, compitiendo en campeonatos de los que casi nadie tiene noticias porque los medios de comunicación parecen negarse a tratar todo aquello que no sea fútbol. Y, sin embargo, ahí están, compitiendo con más ilusión y más ganas que cualquiera de los futbolistas de los que oímos hablar a diario. Y generando en nosotros más ilusión y más esperanzas que los ases del balón. Y también más sentimiento de frustración y de tristeza cuando la medalla no llega. Quizá porque somos conscientes de que ellos no pretenden ser galácticos y sin embargo, todos sabemos que estar en unos Juegos Olímpicos no es algo que pueda conseguir cualquiera, que requiere mucha preparación y mucho esfuerzo y por ello la derrota sabe más amarga. Además, es muy probable que luego los periodistas se pasen más tiempo hablando de las medallas no conseguidas que del tiempo y el esfuerzo que se han dedicado a conseguirlas, de los premios ganados que han permitido optar a ellas. Incluso puede que de aquí a un mes hasta nos hayamos olvidado de los nombres de nuestros medallistas. Porque haberlos puede que aun no los haya, pero los habrá. De eso estoy segura.

TORMENTAS

Mis disculpas por no actualizar todo lo a menudo que quisiera, pero cuando el trabajo me deja un momento libre tengo que usarlo para llevar el ordenador a que le cambien el módem porque me lo fríen las subidas de tensión provocadas por las tormentas. Después de la primera me compré un regleta para evitarlo y entonces entraron por el cable telefónico. LLevo dos cambios de módem en mes y medio. Y el primero incluyó hasta la placa base. A partir de ahora, sólo voy a enchufar el ordenata cada vez que vaya a usarlo.
A ver si este nuevo módem me dura por lo menos hasta final de año y puede dedicarme a actualizar, que ni verano ni nada, la actualidad ya no da ni un momento de respiro. Y el viernes, los Juegos Olímpicos. Esperemos que al menos transcurran en paz y que España gane un buen porrón de medallas. Ya que en esta ocasión vamos a poder velos a horas más o menos normales, pues habrá que disfrutarlos más. ¡Qué gane el mejor!

LA IGLESIA CONTRAATACA

Nada como una victoria de la izquierda para que la Iglesia, antaño tan poderosa, vuelva a sacar sus armas, cada día más débiles. A estas alturas, y en vista de que la excomunión ya no asusta a nadie y el infierno pasó a mejor vida, sólo les queda el recurso al pataleo, fomentando de paso los debates públicos.
Ahora, como si no lo supiéramos, claman contra el feminismo y los homosexuales y pretenden que las mujeres volvamos al hogar a criar de los niños porque es nuestra vocación, so pena de confundir nuestro sexo y levantarnos un día sin saber si somos hombres o mujeres, lesbianas o heterosexuales.
Desde hace algún tiempo considero que ser mujer y creer en cualquier religión es incompatible. Por extraño que parezca, casi todas caen en el terrible error de ignorar a esa mitad del planeta que puede tener hijos. Será por envidia cochina, porque ellos, tan listos y fuertes, tienen que recurrir a los científicos para despejar la duda de si ese niño que lleva su apellido es en realidad sangre de su sangre.
Pero, volvamos a la Inquisición, que empieza a ponerse pesada con la vuelta a los orígenes. A ver si nos enteramos de una vez: las mujeres deben ser iguales a los hombres en derechos y deberes, es cierto que pueden tener hijos, pero también podemos votar y no todos lo hacemos y el hecho de no querer hacerlo no implica que vayamos a acudir a la clínica más cercana para implantarnos un pene.(Inciso, mi ordenador considera incorrecta la palabra pene, hay que joderse con los yanquis). Que una cosa es la homosexualidad, otra la identidad sexual y otra la familia y los hijos. Que parece que tanto celibato les ha achicharrado el cerebro.
En cualquier caso, y aunque son muy libres de pensar como les dé la gana, no lo son tanto para exigir que se apliquen sus teorías, porque en este país existe un librito llamado Constitución, que defiende la igualdad de los sexos. Y si bien ese artículo no es susceptible de cambio, sí lo es ése que habla de la especial relación de España con la Iglesia católica. Al fin y al cabo yo no estoy dispuesta a financiar una Institución que tiene en la discriminación de la mujer y de los homosexuales uno se sus valores, oponiéndose precisamente a la Carta Magna.
Por cierto, que si la iglesia empieza a apelar al cristianismo de los diputados para que éstos voten en función de sus creencias religiosas, no estaría de más que éstas se hicieran públicas antes de las elecciones. Más que nada para no llevarnos una sorpresa a la hora de votar determinadas leyes. Aunque no sé yo, porque con la cantidad de católicos que pasan de los mandamientos y de las encíclicas papales sin tener que rendir cuentas ante los votantes, los que tengan que depender de los votos, pensarán más en estos que en sus creencias religiosas. Y al fin y al cabo, a pesar de lo que a algunos les gustaría, las mujeres y los homosexuales tenemos derecho al voto.

Las cinco del viernes, poéticas

1)¿Cuál es tu opinión sobre la poesía?
Que lo peor para aficionarse a ella es el colegio. Cuando la lees en casa sin la presión de tener que hacer análisis de texto resulta mucho más interesante. Sin embargo, a mí todavía me cuesta.
2) ¿Memorizaste alguna vez una poesía para a decírsela a alguien después? ¿Se la declaraste?
Aparte de a mis maestras, no. Y porque era obligatorio.
3) ¿Alguna vez has escrito o tratado de escribir una poesía?
No, pero una vez de camino a la uni se me ocurrieron unos versos que reflejaban bien mi estado de ánimo.
4) ¿Quién es tu poeta favorito?
Creo que Machado, pero supongo que es el que más conozco. Aunque hace unas semanas me dio por leer a Blas de Otero y me gustó mucho.
5) ¿Cuál es tu poesía favorita y por qué?
Una de Gabriel Celaya, en realidad es un fragmento de una de ellas titulada “La poesía es un arma cargada de futuro”, me gusta lo que significa, la fuerza que refleja. Me parece que expresa muy bien el sentir del escritor, su rabia. La leí en el instituto y desde entonces me viene a la mente a menudo.
El fragmento es este:
Maldigo la poesía concebida como un lujo,
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido:
partido hasta mancharse.

LA COMISIÓN

Llevamos dos días de declaraciones y, por si acaso había dudas antes de empezar con los trabajos, ahora queda claro que la comisión de investigación sobre los atentados del once de marzo en Madrid está teniendo en mente a todo el mundo menos a las víctimas.
Resulta simplemente patético observar el empeño de unos en desenmascarar la manipulación informativa por parte del PP en aquellos terribles días y el de los otros en deslegitimar la victoria electoral del PSOE.
A ver si nos enteramos, el propósito de esta comisión no sería ni deslegitimar a unos, ni castigar a los otros. El PP recibió su castigo en las urnas, en una derrota tan legítima como lo es la victoria socialista. Los resultados electorales son incuestionables en la medida en que es la elección de la ciudadanía. Si los resultados hubieran sido distintos de no producirse la masacre es algo que nunca sabremos y por tanto no vale la pena preguntarse por ello.
Ahora bien, hay algo sobre lo que los ciudadanos tenemos todo el derecho a preguntarnos y es si las Fuerzas de Seguridad de Estado, si el Estado mismo, estaba preparado para impedir el atentado. Si hubo errores que lo permitieron o si pudo haberse evitado y en caso de que hubiera sido posible evitarlo, pedir las correspondientes responsabilidades.
Los componentes de la comisión deberían tener siempre presente que la principal consecuencia del atentado fueron 192 vidas arrancadas de cuajo, 192 familias destrozadas y miles de personas heridas. Es a ellos a quienes se deben, ni a sus partidos, ni a sus jefes, ni a sus militantes. Y si me apuran, ni al resto de los ciudadanos. Las respuestas que se obtengan de esta comisión deberían ir a parar, antes que a nadie, a las familias de los asesinados y a los heridos. De lo contrario no servirá de nada. Salvo, quizá, para perder de una vez por todas la escasa confianza que los españoles tienen en su clase política.

ORGULLOS

Hoy han tenido lugar en varias ciudades de España las manifestaciones del orgullo gay, que han venido marcadas por la noticia de que los homosexuales podrán casarse a partir del 2005.
Reconozco que en relación con este tema hay algo que no entiendo: ¿qué tiene que ver el sexo con el resto de las cosas que puede hacer una persona a lo largo de su vida? Me explico: para mí el sexo es algo íntimo que una persona practica con su pareja, o a solas o con profesionales del ramo, pero siempre en un entorno íntimo, es algo privado que no tiene porque afectar al resto de las actividades (salvo que seas futbolista). Así que no acabo de entender porque es necesario celebrar un día del orgullo gay, del mismo modo que no entiendo porqué se discrimina a los homosexuales. Me resulta imposible comprender que el hecho de que una persona mantenga relaciones sexuales con otra dentro del respeto a sí mismos y a los demás, pueda afectar en modo alguno a su trabajo, a sus relaciones sociales y/o familiares o a cualquier otro aspecto de la vida cotidiana.
Y que esas relaciones se mantengan con personas del mismo o de distinto sexo no supone ninguna diferencia. Se puede amar exactamente igual a un hombre que a una mujer. ¿O acaso los heterosexuales no aman a personas de su mismo sexo, aunque no mantengan con ellas relaciones íntimas? Entonces, ¿a qué viene tanta estupidez y tanta discriminación?
Si todos somos iguales (y lo somos, que para eso lo pone en la Constitución) no veo la razón por la que algunas personas tengan menos derechos que otras. Ni siquiera entiendo porqué los homosexuales no pueden adoptar. ¿Acaso no hay mujeres viudas que viven con sus madres o hermanas? Y se quieren, ¿verdad? La única diferencia es que no practican sexo entre ellas (se supone). Claro, que tampoco hay mucha gente que haya visto a sus padres manteniendo relaciones sexuales, ¿a qué no? Pues entonces, ¿cuál es el problema?
Con toda sinceridad, entre que un niño esté en el orfanato o, peor aún, acabe en un contenedor de basura o criado por padres estilo Bush, o que sea adoptado por una pareja homosexual, prefiero esto último. Sobre todo, porque un niño educado por padres homosexuales será seguramente más tolerante que uno educado por heteros. Y la tolerancia empieza a ser un bien de primera necesidad en este planeta nuestro.

LAS CINCO DEL VIERNES

1)¿Realizas algún tipo de actividad física regular?¿Vas al gimnasio?
Pues además del trabajo: soy cartera y me paso la mañana andando, cuando me acuerdo y no estoy muy cansada hago abdominales.
2) ¿Cuál es tu deporte favorito? ¿Lo practicas?
Nadar, pero en mi pueblo la piscina climatizada ha abierto este año...¡quince días! Y las de verano no me gustan porque está todo el mundo haciendo el imbécil y salpicando. Además, después de haber vivido en un pueblo con playa, ninguna piscina es lo suficientemente grande.
3) ¿Eres fan o hincha de algún equipo? (de cualquier deporte)
De la selección nacional de gimnasia rítmica y de la de natación sincronizada. Hace años disfrutaba mucho con el Banesto, pero era hace años.
4) ¿Cómo cuidas tu figura? ¿O no le prestas atención?
Con el trabajo, vamos, que no le presto mucha atención, siempre y cuando siga entrando en mi ropa.
5) ¿Hay algún deporte que no puedas soportar? ¿Por qué?
El fútbol. Porque estoy harta de que lo estén dando a todas horas o estén hablando de él en todo momento. Creo que está sobrevalorado. Además, cuando hay fútbol en la primera entre semana, mis series favoritas de otras cadenas, empiezan más tarde. Creo que en el fondo todo viene de haber tenido un bar. Si te tocan clientes futboleros, o te enganchas o lo odias. Yo lo odio.

MIEDO

El otro día, mientras iba al trabajo en coche, sentí un escalofrío recorrer mi espalda. La razón no fue la perspectiva de un accidente sino los fragmentos del último "debate" en el parlamento que estaban emitiendo en ese momento en el programa de Iñaki Gabilondo.
Ya antes, al oir a algunos políticos (especialmente a Acebes después de la derrota electotral del PP) había tenido la sensación de que de un momento a otro iban a soltar un "ya no te ajunto", como los que se podían oir hace años a los niños que ya no somos. Y claro, cuando piensas que políticos que han vivido como adultos momentos tan importante de la historia de España como la Transición, la consolidación de la democracia o al entrada en la UE, te parecen tan inmaduros como niños de cuatro años, entonces te planteas como serán en el futuro los niños que han pasado su infancia con Leticia Sabater o con "Ana y los siete".
Y es ahí cuando empiezas a sentir miedo y te preguntas si también España padecerá un clon hispánico de George Bush. O peor aun, ¿en qué desembocarán los debates parlamentarios entre personas como las que la sociedad actual está creando?