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El Caldero de la Bruja

CLONES

Hace unos años escribí un artículo en el que me congratulaba de la celeridad con la que algunos países europeos habían decidido prohibir la clonación con fines reproductivos. No es que crea, como algunos, que la clonación pueda suponer la llegada de un nuevo George Bush. Soy consciente de que para obtener un clon humano (algo que todavía no se sabe si es posible), se necesita tanto tiempo como para obtener un humano no clonado, a saber, nueve meses de gestación en el útero materno y todos los que hagan falta para que alcance una determinada edad. Y quien dice un George Bush, dice un ejército de trabajadores esclavos. Para obtenerlo se necesitaría exactamente la misma cantidad de mujeres que los llevarían en su seno los nueve meses que requiere la gestación de una ser humano, además, claro está de los años necesarios para que esos bebes se convirtieran en hombres. Un poco inviable ¿no? Más aun si tenemos en cuenta que un óvulo fecundado inseminado artificialmente en una mujer no siempre da como resultado un embarazo. Me parece simplemente una estupidez intentar clonar a alguien, especialmente porque aun no se sabe a ciencia cierta si en el comportamiento de una persona tiene más peso la genética que los factores ambientales. Una persona, aunque tenga seis hermanos gemelos idénticos, siempre será distinta.
Así que no entiendo el barullo que se ha montado porque en Seúl han conseguido clonar embriones humanos con fines terapéuticos. De lo que se trata es de hacer algo parecido a lo que han hecho en Asturias, creando piel a partir de células de personas con graves quemaduras con la finalidad de injertarla en esos mismos pacientes.
La posibilidad de usar células embrionarias creadas artificialmente con información genética de una persona para crear órganos susceptibles de ser transplantados sin temor a un posible rechazo es algo que la ciencia no puede ignorar basándose en creencias o teorías de ciencia ficción. Se trata de mejorar la calidad de vida de muchas personas, más aun si esas investigaciones se pueden aplicar a enfermedades como el parkinson, la diabetes o el Alzheimer. Lo que no es razonable es que ciertos sectores de la sociedad se nieguen a cualquier avance médico y al mismo tiempo pretendan que alguien con una enfermedad mortal incurable y que va poco a poco minando la razón y el cuerpo de esa persona tenga que pasar por todo el proceso que ello conlleva. Yo personalmente tengo muy claro que preferiría la eutanasia. Eso no es vida. ¿Por qué negarles entonces la posibilidad de una curación si es viable? Es cierto que todavía es una línea de investigación que está muy poco desarrollada, pero impedir que se lleve a cabo porque sí es una forma muy tonta de frenar avances significativos en la Medicina, avances que pueden beneficiar a toda la humanidad.

EL DÍA DE LOS ENAMORADOS

Hoy es 14 de febrero, San Valentín, más conocido como día de los enamorados. En realidad, para aquellos que no lo sepan, el carácter marcadamente comercial que tiene esta fecha lo introdujo en España el fundador de Galerías Preciados. Aunque su origen parece ser más antiguo, puesto que ya en la Edad Media, en la época del amor galante, los nobles se hacían regalos en este día.
En cualquier caso, a mí el día de San Valentín siempre me ha parecido una estupidez. Considero que en realidad es un patronazgo equivocado, puesto que San Valentín no es el patrón de los enamorados, sino el patrón de las parejas. A las pruebas me remito: el San Valentín que se conmemora tal día como hoy y que fue elevado a los altares allá por el siglo V, fue encarcelado y martirizado por casar a las parejas, desoyendo la prohibición del emperador romano de turno (por cierto, la razón para prohibir los matrimonios era que se consideraba que los jóvenes casados rendían menos en el campo de batalla).
Además, es evidente que los muchos que hoy han comprado algún regalo lo habrán hecho para su pareja con la que posiblemente hayan decidido pasar el fin de semana en algún hotel o una agradable y romántica cena en algún restaurante caro.
¿Y qué pasa con todos aquellos que están enamorados y no tienen pareja? ¿Su amor no es igual de bueno? Porque habrá mucha gente que esté enamorada pero el objeto de su amor esté casado/a, o sus inclinaciones sexuales sean incompatibles, o uno de ellos sea religioso/a (cura o monja, me refiero) o sea la pareja de alguien a quien le profesa gran cariño. Vamos, que su amor puede que sea incompatible aunque mucho más fuerte que el de esa pareja de quinceañeros que lleva dos meses saliendo y se han gastado los ahorros en algún objeto que tirarán a la basura dentro de otros dos meses.
Sin embargo, para todos esos enamorados no hay bombones, ni cenas, ni joyas con corazones, ni flores rojas. Sólo el recuerdo constante, mientras pasean viendo los escaparates adornados de corazones, de un amor que duele y al que la sociedad no parece recordar, aunque la literatura y el cine estén llenos de amores imposibles.
En un día como este es cuando me alegro de seguir apostando las fichas de mi corazón a la amistad, porque puede que no tenga un día dedicado en el calendario de los comercios de mi pueblo, pero sé que dura más y que es más fuerte y más reconfortante que cualquier amor.

DEMOCRACIA Y EXPLICACIONES

Cuando iba al colegio me explicaron en clase de historia que la democracia, como sistema político, era el gobierno del pueblo. Que la palabra en cuestión venía de “demos”, que significaba pueblo y de “cracia”, que significaba gobierno. Al menos es como yo lo recuerdo.
Sin embargo, hay políticos que consideran que una democracia consiste en dejar que los ciudadanos voten cada cuatro o cinco años para luego olvidarse de ellos hasta la próxima campaña electoral en la que intentarán convencerlos mediante promesas de que les paguen el sueldo durante cuatro años más.
Y ese parece ser el caso del actual Presidente del Gobierno español, también conocido como señor Aznar (o Ansar, si ve uno los guiñoles de Canal +). El caso es que este señor con bigote, que para nuestra alegría dejará el Gobierno en unas semanas, se debe de creer que no tiene ninguna responsabilidad para con los españolitos. Quizá por eso ha decidido que no nos merecemos ninguna explicación tras la invasión de Irak y las últimas informaciones que desmienten la existencia de armas de destrucción masiva en dicho país.
No creo que los españoles se hayan creído en ningún momento las patrañas contadas por el trío de las Azores sobre el armamento que supuestamente poseía Sadam Hussein, y ésa es una razón más para que explique por qué motivo apoyó la invasión de una país, que, seamos sinceros, tampoco le había hecho nada a nadie. Soy consciente de cual es la catadura moral de Hussein (parecida a la del famoso trío), pero su derrocamiento correspondía únicamente a los ciudadanos irakíes, no a otros países. (Para los que duden de la capacidad de un pueblo para derrocar a sus dictadores, que se repasen la historia, porque ni hubiera sido el primero ni sería el último en hacerlo).
El señor Aznar debería tomar ejemplo de sus dos amigos y recordar que, como Presidente que sigue siendo, debe una explicación a los ciudadanos españoles. Primero, porque no estábamos de acuerdo con la invasión y segundo porque se está demostrando que las razones en las que se basaron para llevarla a cabo son falsas. Sólo hubo una razón para invadir Irak y se llama petróleo. Y hasta donde yo sé, no tiene la capacidad para devolver la vida a los muertos. Aunque parece ser que si la tiene para proporcionar retiros dorados a presidentes de gobierno irresponsables y con comportamientos dictatoriales.
Menos mal que existen las hemerotecas y los archivos videográficos para que los ciudadanos del futuro sepan quienes fueron los componentes del trío de las Azores. Y menos mal que existe el Tribunal Penal Internacional. Trabajo no le va a faltar.

Vaya mes que nos espera

Ya estamos a 11 de febrero, lo cual quiere decir que tenemos unos 15 días antes de que empiecen a bombardearnos, aun más, con la propaganda electoral.
Y es que yo entiendo que lo de vivir en una democracia está muy bien, (alguien lo definió alguna vez como el menos malo de los sistemas políticos) y que posiblemente las campañas electorales sean un precio muy bajo a pagar por la posibilidad de escoger a nuestros representantes en el Parlamento.
Sin embargo, nuestros representantes hace bastante que no son exactamente nuestros representantes sino los de sus partidos políticos. Además, reconozcámoslo, cada día resulta un poco más desagradable encontrárselos en los medios de comunicación o verles en las noticias mientras estamos comiendo. Eso por no hablar de los cabreos que nos proporciona conocer sus sueldos o escucharles cuando hacen declaraciones que no se las creen ni ellos.
Quizá por eso a mí me repatean las campañas electorales. Las veo un gasto inútil y muy poco práctico. Sí, entiendo que tengan que mostrarnos sus programas, aunque en realidad todos sepamos que son mentiras que nos cuentan para que le votemos y que no tienen la menor intención de cumplir. Por esa razón, veo mucho más lógico que en lugar de darnos tanto la brasa con los mítines y de colgar tanto cartelito, que al fin y al cabo resultan muy caros, lo que podrían hacer es enviarnos el programa por correo. Igual que han hecho con las nuevas normas de tráfico.
Sería mucho más lógico, más barato, menos cargante y más ecológico. A cada familia que le envíen los programas de todos los partidos que se presentan por su jurisdicción, si quieren que le añadan unos bolis, un mechero y una chapa y ya está. Uno se lo lee tranquilamente en su casa y luego decide. Total, por mucho que vayan a estar diciendo durante el próximo mes, ninguno va a cumplir sus promesas. Así que no veo porque les tenemos que aguantar hasta en la sopa. Especialmente teniendo en cuenta los rebotes que se pillan ellos cuando los ciudadanos optan por manifestarse. ¿Qué pasa, que nosotros tenemos que aguantarles a ellos y ellos a nosotros no? Pues que sepan que su sueldo sale de nuestros bolsillos y que cuando el pueblo se harta tiene la mala costumbre de cargarse a sus dirigentes. Que para eso tienen la culpa de todo.

¿Europeos o imitamonos?

Este domingo la revista "El Semanal" (que se reparte con los diarios del Grupo Vocento) trae en portada un asunto bastante interesante: las altas ejecutivas que dejan su trabajo para cuidar a los hijos. El tema parece capaz de aterrorizar a las feministas más convencidas. Sin embargo, a la hora de la verdad, sólo aparecen cuatro. Eso sí, luego te explican que es en los Estados Unidos donde una de cada cuatro mujeres deja el trabajo para cuidar de sus hijos. Y yo me pregunto ¿y a mí qué?
Porque seamos serios, ¿alguien me puede explicar porque los europeos nos tenemos que mirar en los estadounidenses para todo? ¿Acaso nuestras sociedades se parecen tanto? Hasta donde yo sé, en Europa se muestran los senos de una cantante por la tele y no pasa nada, los políticos mantienen sus relaciones sentimentales totalmente al margen de su vida como personajes públicos, hay países en los que los jóvenes (afortunados ellos) se independizan a los 18 o 20 años, el sexo se vive con una cierta naturalidad. Y sin embargo, siempre que en Estados Unidos se produce algún cambio social, nos lo cuenta como si fuera a pasar aquí al cabo de una semanas.
¿Por qué esa manía de creer que europeos y estadounidenses estamos cortados por el mismo patrón? Nuestras culturas son diferentes, en la propia Europa hay muchas diferencias culturales de una país a otro. Pero claro, si en Estados Unidos se ponen de moda las asociaciones de vírgenes, aquí también. Que allí se empieza a llevar la censura, pues aquí no vamos a ser menos. Que allí la vida sentimental del Presidente es asunto de Estado, la de los nuestros también.
Por favor, puede que haya asuntos en los que las decisiones tomadas en Estados Unidos o por los estadounidenses afecten a Europa o a todo el planeta, pero de ahí a pretender que el Viejo Continente copia absolutamente todo lo que viene de allí es menospreciar miles de años de historia y cultura. Los europeos todavía mantenemos una cierta identidad propia y si no que se lo pregunten a todos aquellos que todavía nos estamos carcajeando por todo el lío que se ha montado con la teta de Janet Jackson.
Aunque eso sí, si los medios de comunicación siguen por la linea que van ahora, acabaremos por ser ese apéndice de los Estados Unidos que todos tememos llegar a ser. Tiempo al tiempo.

La tele

Me acabo de leer un libro muy interesante. Se titula "¡Mírame, tonto! Las mentiras impunes de la tele" y cuenta cómo se hace televisión en este país. Bueno, más que televisión, telebasura. Este libro es la perfecta demostración de que he equivocado mi carrera. Por si acaso me quedaban dudas, ahora tengo muy claro que jamás seré capaz de pedirle a alguien que me cuente datos sobre si mismo que no quiere contar y que lo haga delante de una cámara. Así es como, según la autora, funcionan los programas de testimonios. O así o directamente llamando a alguien para que finja delante de la cámara a cambio de cierta cantidad de dinero. Esto último yo ya me lo figuraba, pero la falta de respeto con la que se trata a las personas que va a esos programas es terrible.
Debo reconocer que yo últimamente veo poco la tele. Los programas del corazón, o del hígado, me aburren y los de testimonios, más aun. En cuanto a los diversos hermanos, buses y hoteles, mejor no hablar. El primer "Gran hermano" lo empecé a ver con la curiosidad lógica de quien estudia comunicación audiovisual y quiere estar al tanto de nuevos formatos. Pero me aburría. Muchas veces tenía que fingir ante la gente porque era incapaz de recordar quien era quien y en cuanto acabó el curso me desentendí por completo del programa. Del resto pasé completamente y lo mismo hice con el resto de concursos semejantes que empezaron a pulular por todas las cadenas. No entiendo cómo la gente puede mostrar tanto interés por ese tipo de personas, si no hacen nada en la vida, nada útil, se entiende. Se pasan como mucho tres meses metidos en una casa y luego a vivir del cuento.
Y es que yo tengo una duda sobre la tele que no me la han podido resolver los cuatro años de carrera. Las cifras de audiencia. ¿De dónde salen? Puede que después de esto yo ya no pueda ganarme la vida en la tele, pero bueno. El caso es que yo no entiendo cómo de diez mil audímetros que hay en España (por empresa, al menos) luego salen cifras de varios millones de espectadores. Sí, ya sé que se extrapolan los resultados. Y ahí es donde la cosa me falla. ¿Cómo se puede extrapolar algo tan difícil de medir como los gustos de cada uno? Porque evidentemente no se puede extrapolar que yo no viera la peli de ayer en La Primera simplemente porque detesto a Mel Gibson desde que supe que era tan conservador como los obispos españoles. Vamos, que no veo sus películas. Así que cuando acabó "Siete vidas" apagué la tele. Yo no creo que eso sea extrapolable. Sin embargo, en la estadística supongo que mis características sociológicas me englobaron en el mismo saco que los que veían dicha película. O peor aún, "Gran hermano vip". Y no vi ni una cosa ni otra.
Sí, estoy diciendo exactamente eso que creéis estar entendiendo: no creo en los datos de audiencia, no me los trago. Los españoles no son esa pandilla de analfabetos que según Mariola Cubells (la autora del libro) creen que somos los creadores y redactores de los programas basura. Así que no entiendo cómo es posible que se les adjudique tanta audiencia, sobre todo porque luego hablas con la gente y a nadie le gustan. Sí, ya sé, se puede mentir también en eso. Pero, si la cosa va de mentiras, ¿por qué creer a unos sí y a otros no? O lo que es lo mismo: ¿quién me demuestra a mí que esa persona que me dice que no le gusta "Gran hermano" estaba ayer viendo Telecinco o Antena 3 o se había puesto un dvd o estaba viendo una cadena autonómica? Y ésa es otra, los datos de audiencia de las autonómicas o las digitales o el cable. ¿Esas cómo se extrapolan? Que no, que a mí no me convencen con lo de las audiencias. Y precisamente por eso el libro de Mariola Cubells me ha cabreado tanto, porque todas las cosas que cuenta se hacen en nombre de las audiencias y de lo que supuestamente piden los espectadores. Bueno, pues yo también voy a pedir a ver si me hacen caso: quiero que vuelva "La bola de cristal", que José Luis Garci no tenga el monopolio del buen cine, que repongan esas series clásicas que emitía TVE, que retransmitan otros deportes además de fútbol. Vamos, que en este país vuelva a verse televisión de calidad y no la que se ve ahora. Si la gente la veía hace 20 años no entiendo porque no iba a verla ahora. Y si no que se lo pregunten a Chicho Ibañez Serrador.

Los Goya y otros premios

No, no voy a hablar de la reciente ceremonia de entrega de los Premios del cine español. Me interesa más el tema del nombre, del Goya y de otros premios del ámbito cinematográfico.
Ya hace algún tiempo que me pregunto porque los premios que entrega la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España se llaman Premios Goya. No le veo la lógica por ninguna parte. Quizá tenga algo que ver con que la primera película rodada en España sea "Salida de Misa de Doce de la Basílica del Pilar de Zaragoza", y como Goya era aragonés... Pero me parece un argumento cogido por los pelos. Puestos a poner nombres a unos premios cinematográficos yo les hubiera puesto Premios Buñuel, que si mis cálculos no fallan murió tres años antes de que se crearan estos galardones. Como homenaje no creo que le hubiera sentado mal a nadie. O tal vez sí. Con lo raros que somos en este país.
Pero hay más raros en el mundo. Porque Goya al fin y al cabo puede ser considerado un ejemplo en términos de iluminación y fotografía por muchos cineastas. Pero César, ¿qué tiene que ver César con el cine? Y más aun con el cine francés. Porque ese es el nombre de los premios nacionales de la cinematografía francesa: Premios César. Teniendo a los hermanos Lumiere tan a mano.
¿Y los italianos? Sus premios sí que tienen un nombre curioso: Premios David de Donatello. Ahí es nada. Con apellido y todo.
Supongo que todos estos nombres tienen alguna razón de ser, así que si alguien la conoce, le agradeceré infinitamente que me haga partícipe de ella porque el asunto me tiene intrigadísima. Sobre todo si me pongo a pensar en los premios de los festivales de cine: farolas, leones, conchas, espigas, osos...Creo que acabo de encontrar un tema para una tesis doctoral. De momento me quedo con los premios que entregan los cineastas europeos: Premios de Cine Europeo. Más fácil imposible. ¿O por el simple hecho de que los estadounidenses se hayan sacado al tio Oscar de la manga tenemos que rebuscar los europeos en nuestra historia para poner nombre a nuestros premios cinematográficos? Luego pasa lo que pasa.

Y sólo fue un pecho (II)

Últimamente cada vez que veo un informativo o leo el periódico tengo la sensación de estar metida en un libro de Kafka. Ayer no me podía creer que las cadenas de televisión de los Estados Unidos estuvieran valorando la posibilidad de emitir las ceremonias de los Oscar y de los Grammy con un retardo de varios segundos para evitar actos impropios. Todo por una gracia de Janet Jackson. ¿Y ése es el país de la libertad que tanto se empeñan en vendernos?
Porque evidentemente no se van a limitar a cortar los escotes o escenas como la protagonizada hace unas semanas por Madonna y Britney Spears (reconozco que no recuerdo quien era la tercera, pero supongo que sabeís a que me refiero). No se puede olvidar que en la ceremonia de los Oscar de hace un año se PROHIBIÓ expresamente cualquier referencia a la invasión de Irak. Con la que está cayendo ahora seguro que más de uno aprovecharía la coyuntura para hacer algún comentario sarcástico, comentario que por supuesto, si se emite con retardo podrá ser convenientemehnte eliminado.
Eso, señoras y señores tiene un nombre, se llama CENSURA y es justamente contra lo que han estado protestando los actores y directores españoles en la reciente ceremonia de la entrega de los Premios Anuales de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (antes conocidos como Goyas).
Si la cosa no fuera en contra de los derechos más elementales de los ciudadanos sería para reirse, pero no lo es. Especialmente teniendo en cuenta la manía que le ha dado a Aznar y con él a todo su partido de copiar todo lo malo que proviene de los Estados Unidos.
Por cierto, espero que me perdoneís la mentirijilla del principio, evidentemente sí les creo capaces de aplicar la censura. Lo hacen a diario con las informaciones sobre la invasión de Irak y los soldados que mueren en aquel país.

Y sólo fue un pecho

La Comisión Federal de Comunicación de los Estados Unidos (aquí no tenemos de eso, aunque falta nos hace) ha decidido iniciar una investigación para aclarar por qué Janet Jackson enseñó un pecho durante el intermedio de la final de la Superbowl, en horario de máxima audiencia. Cuando leí la noticia primero me aseguré de que no era el día de los inocentes y cuando se me pasó el ataque de risa pensé en lo que dirían los estadounidenses si vieran los desfiles de moda que se hacen en Europa. Porque año sí y año también hay algún modisto que intenta que las mujeres vayamos por la calle enseñando los pechos. Y no hacen los pases a escondidas precisamente, sino que los emiten en todos los informativos y programas del corazón que pululan por nuestras cadenas y a la hora que sea. Y nadie se escandaliza.
Lo más terrible es que todo este revuelo tiene lugar mientras Bush reconoce que bueno, tal vez, quizás, en Irak no había armas de destrucción masiva. ¡Y nadie dice nada! Les preocupa más que una cantante enseñe un seno que el hecho de que un presidente les meta en una guerra con mentiras. Y ese es el país en el que se mira medio mundo como ejemplo de lo que se debe llegar a ser. Por favor, yo me largo a Marte, o a Urano, que allí todavía no han mandado robots de exploración.
Y pensar que a Clinton le querían echar por "tener relaciones" con una becaria... Al menos él no mató a nadie.

El gran robo del siglo

Al parecer la SGAE está estudiando la posibilidad de cobrar un nuevo canon, esta vez por los discos duros de los ordenadores. No contentos con cobrar por los CD-Rom, ahora no quieren que tengamos un ordenador sin haberles pagados a ellos su particular impuesto revolucionario. La excusa la conocemos todos, los CD-Rom se utilizan para grabar creaciones bajadas de internet. Y claro, en su lógica, los discos duros se usan para lo mismo. No para guardar trabajos o datos sobre clientes y proveedores o archivos bancarios o fotografías familiares o balances contables o... No, se usan para grabar música bajada de internet.
Pues es curioso, yo sólo me he comprado una caja de diez CR-Rom grabables desde que tengo mi ordenador y en ninguno de ellos he grabado música. La mayoría los he usado para mandar fotos, que he hecho yo con mi cámara, a mi familia. El resto los tengo sin usar o tengo grabados trabajos, por ejemplo el esbozo de este blog. Sin embargo, la SGAE ha cobrado por ellos.
Así que he tomado una decisión, puesto que ya he sido condenada por un delito que no he cometido, he decidido cometerlo (siempre y cuando aumente la velocidad de mi conexión porque es tan lenta que no merece la pena) y además, no pienso volver a comprarme un disco. Porque me da la gana. Me da igual lo que pueda llegar a gustarme una canción, en mi casa no va a volver a entrar un disco nuevo. Así por la tontería acaban de perder una cliente y una cliente joven, con mucho tiempo para comprar discos y además educada en una sociedad consumista hasta el absurdo. En lo que a mí respecta, la industria española del disco se puede ir a la mierda o a Miami, que allí parece que se graban muy bien los discos.
Por cierto, quizá no lo hayan pensado, pero el cerebro humano, comparado tantas veces con un ordenador, también es capaz de grabar y reproducir música. ¿Qué será lo próximo? ¿Cobrar una canon por cada nuevo nacimiento?

Personal cualificado

Da gusto vivir en este país, cuando no es la iglesia y su machismo vergonzoso es el Gobierno y sus teorías estrafalarias. Según una nueva ley de acompañamiento de los presupuestos, esas que el PP usa para hacer cambios que requerirían de más debates públicos, ahora resulta que los extranjeros residentes en España van a pagar menos impuestos que los españoles. Se sobreentiende que se trata de los extranjeros ricos, por supuesto, los que vienen a trabajar para una multinacional o para un equipo de fútbol.
Sin embargo, lo peor no es eso, lo peor es la excusa. Se trata de conseguir que "venga a trabajar a España más personal cualificado". Y ahí duele, sí señor. Porque resulta que España, durante siglos a la cola de la investigación científica, ahora exporta médicos y enfermeras que son recibidos con los brazos abiertos en otros países de nuestro entorno. Por no hablar de los miles de licenciados en carreras de ciencias que se tienen que marchar al extranjero porque aquí no encuentran trabajo, o al menos trabajo digno. Y según el Gobierno necesitamos personal cualificado. ¡Joder!, pues que no le dejen marcharse, que paguen a los becarios como lo que son: titulados universitarios y así no tendrán que ir a buscarse las lentejas a otros países.
Claro, que todo puede ser que el personal cualificado consista en sementales y zorras dispuestos a hablar de sus intimidades en televisión y en tipos cuyo "trabajo" consista en pegar patadas a una trozo de cuero con forma esférica. Entonces sí, es necesario personal cualificado porque cuantas más tetas y culos salgan por la tele y más partidos de fútbol haya a la semana menos se podrá fijar la gente en las tonterías que nos venden desde los mítines políticos. Aunque los emitan desde los Estados Unidos.

Las perlas de la madre iglesia

Hay que fastidiarse, ahora resulta que poder tomar la pildora, tener libertad para acostarse con quien te dé la gana, usar condones y mandar a freir espárragos a un hombre porque te has cansado de él es una razón que justifica los malos tratos y los abusos sexuales. Toma ya.
Claro, que todo es una teoría de nuestra querida iglesia católica. O lo que es lo mismo, de los que durante 20 siglos han estado justificando y alentando el machismo en el que realmente se sustentan esos malos tratos. Una iglesia católica que considera a la mujer poco menos que un utero con patas, incapaz de pensar y lo suficientemente impura para no poder dar los sacramentos.
Supongo que en el fondo han decidido poner en práctica esa teoría publicitaria que dice "que hablen de mí aunque sea mal" porque de lo contrario no se explica esta hermosa perla del pensamiento retrógado y misógino.
O quizá sí. O quizá en el fondo todo es lo mismo, ahora que ya no pueden quemar a las mujeres porque son brujas, pretenden hacerlas sentir culpables de ser maltratadas o violadas. Como esos jueces que dejan a los violadores en libertad porque la víctima llevaba minifalda o como Fraga y el alcalde de Toques.
Y lo peor es que está es la religión que el PP quiere hacer obligatoria en la enseñanza pública. Pues no será a mis hijos, primero porque no pienso tenerlos y segundo porque no les dejaría estudiar religión católica ni muerta.
¿Qué porqué?, por la misma razón por la que considero que la enseñanza de este "asignatura" es anticonstitucional, porque discrimina al 50% de la población: las mujeres.
La iglesia católica debería empezar a mirar más la viga que tiene en su propio ojo antes de ver las pajas en los ajenos, o lo que es lo mismo, debería recordar a los curas que abusan de menores en algunas diócesis, a los sacerdotes que tenían sobrinas en sus casas siendo hijos únicos o a esos papas de la historia que tenían hijos sacerdotes.
En cuanto a los malos tratos, la iglesia no es quien para meterse en un tema del que es la principal responsable ideológica y por el que debería pedir perdón a media humanidad que hubieran vivido mejor sin haber oido hablar en su vida de Adán y Eva.
Por cierto, ¿tienen algo que ver la minifalda y los anticonceptivos con el derecho de pernada? ¿acaso la iglesia prefiere lo último antes que los primeros? Pues van apañados. Porque esa linea de pensamiento no les va a ayudar a conseguir más vocaciones.
Espero vivir para ver el fin de la iglesia, de verdad lo deseo con toda mi alma. Porque soy mujer.

Cine español

Tengo pensado ir mañana al cine. Eso supone coger el bús y desplazarme sesenta kilometros hasta Valladolid y una vez allí recurrir de nuevo al transporte público para ir al centro comercial más cercano.
Así que para planear mejor la expedición me he puesto a investigar la cartelera de Pucela. En principio quería ver "21 gramos". Sin embargo sólo la dan en dos salas y no me pilla bien. Así que con la influencia de los Goyas y tal me decido por el cine español. Misión imposible. Los horarios son incompatibles con el autobús de vuelta a casa. Eso en los pocos cines en los que dan pelis españolas, porque la mayoría son estúpidas películas americanas. Porque si dieran al menos buenos largometrajes, vale, pero para ver pelís malas, mejor veo alguna española, así al menos se recupera la inversión.
Cierto es que todo esto tiene un punto de egoismo, como licenciada en Comunicación Audiovisual el cine puede ser una de mis opciones laborales y cuanto mejor funcione la industria, más posibilidades habrá de encontrar curro. Pero ni por esas. Ver una película española si vives en una ciudad sin cine es casi imposible, ni con Goyas ni sin ellos.
Al final iré en plan aventurero, a ver qué pillo. Todo sea por pasar una tarde diferente en un lugar diferente. Ya os contaré si la cosa ha ido bien o decido no ir hasta que empiecen a estrenarse las candidatas a los Oscars. Seguro que les va mejor que a las candidatas a los Goya.

Pobre Gwyneth

Cuentan últimamente los medios de comunicación que a la actiz Gwyneth Paltrow le han regalado una finca en tierras manchegas y que esa finca está cerca de una granja de cerdos. Y entonces una se da cuenta, eso no es un regalo, es una putada, así, con todas sus letras. ¿Qué por qué? Los que os preguntaís eso se nota que no conoceís el olor que desprende una de esas granjas. De todos los olores asquerosos que hay en el mundo, éste los supera a todos. Y lo digo por experiencia. Acabo de venir de mi recuperado paseo diario por los alrededores de mi casa. La caminata transcurre por una serie de caminos rurales, uno de los cuales pasa a unos quinientos metro de una granja porcina. Y el olor es apestoso. Claro, que será peor cuando los agricultores empiecen a abonar sus fincas con los purines (los excrementos de los cerdos), entonces será mejor irse a vivir a otro sitio. Los que piensan que el campo es un lugar sano en el que se respira aire puro están muy equivocados. Al menos si cerca se tiene una granja de cerdos. Supongo que es el precio que hay que pagar por comer delicias como el jamón y el chorizo.

¡Lo conseguí!

Parece que por fin lo he logrado. Con la ayuda inestimable de mi querida Ildara ya he creado mi primer weblog. La verdad es que no estoy muy segura de si me ha quedado como yo quería, pero es sólo un primer paso. Poco a poco, según vaya aprendiendo iré mejorándolo y adaptándolo más a lo que yo quiero. Pero de momento aquí está. Y eso es lo que cuenta.